A medida que se agrava la escasez de dólares en Ecuador resurge fantasma del corralito
Tras adoptar la moneda estadounidense en 2000, el país perdió la capacidad de imprimir su propia divisa.
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Una creciente escasez de dólares está amenazando a la economía ecuatoriana y ha traído de regreso el recuerdo del “corralito” que vivió el país hace quince años.
En 1999, las autoridades congelaron los fondos de los ahorristas durante seis meses, luego de lo cual el gobierno del presidente Jamil Mahuad entregó a los titulares de los depósitos certificados de reprogramación que incluían un recorte en el valor de sus ahorros.
Ese mismo año, Ecuador devaluó su moneda y cayó en default, y al año siguiente dolarizó su economía como una manera de devolver la confianza a la población y a los mercados.
Pero a medida que los capitales regresan a los mercados desarrollados y la moneda estadounidense se vuelve cada vez más escasa en Ecuador, el riesgo de una nueva crisis aumenta debido a que el país perdió la capacidad de imprimir su propia divisa y depende casi exclusivamente de la entrada de capitales para elevar el dinero circulante.
El gobierno ya ha echado mano a la mayor parte de sus recursos de oro y petróleo para financiar la expansión récord del gasto fiscal.
El país ha registrado déficit de cuenta corriente en los últimos cuatro años, y el gobierno proyecta una brecha en el presupuesto fiscal de US$ 4.500 millones para este año, luego de que el gasto público se más que triplicara desde que el presidente Rafael Correa asumió en 2007.
Para continuar su racha de gasto, el gobierno utilizó más de la mitad de sus reservas de oro como colateral para obtener un crédito de Goldman Sachs por US$ 400 millones en mayo. Ese mismo mes llegó a un acuerdo con China por otros US$ 2 mil millones a cambio de su producción petrolera futura.
Luego, en junio, el gobierno colocó un bono por otros US$ 2 mil millones, pero tuvo que pagar un alto costo para atraer a los desconfiados inversionistas, con el segundo retorno más alto a nivel mundial para un instrumento similar, según datos de Bloomberg.
A fines del año pasado, además, las autoridades impusieron una serie de restricciones a las importaciones, con el fin de impulsar la industria local, pero también para frenar las compras en el exterior y la salida de más divisas.
Sin embargo, con el creciente gasto del gobierno en proyectos de obras públicas y programas sociales para reducir la pobreza, el Ministerio de Finanzas estimó en noviembre que Ecuador necesitaría financiamiento por US$ 35 mil millones hasta 2017.
Moneda virtual
En este escenario, el gobierno de Correa ideó la creación de una moneda virtual que le permita realizar pagos sin drenar más dólares de la economía. El uso de esta herramienta, que estaría respaldada por activos líquidos, ya fue aprobada por el Congreso, y podría entrar en vigencia en octubre.
Las autoridades han aclarado que no quieren usar el dinero virtual para financiar el gasto. De hecho, el proyecto estipula que las personas pueden rehusarse a aceptar la moneda virtual como método de pago, pero la tentación por usar la nueva moneda para pagar cuentas aumentará a medida que el gobierno agote sus últimas fuentes de dólares, advirtió a Bloomberg el economista del instituto de investigación local Cordes, José Mieles.
“El problema será si comienzan a pagar a los acreedores locales con la nueva moneda”, aseguró. “Podrían usar estos recursos para obtener liquidez inmediata”, agregó.
En un testimonio ante el Congreso, el presidente del banco central, Diego Martínez, argumentó que la moneda virtual aumentará el acceso al sistema bancario de las personas más pobres del país.
Según el economista para Latinoamérica de Credit Suisse, Juan Lorenzo Maldonado, el impacto de la medida dependerá de cómo se implemente el sistema.
“En la medida que se utilice para realizar pagos intra gobierno, lo que pueda ayudar a mejorar la eficiencia en ciertos trámites y pagos, puede ser positivo, pero si se abusa del instrumento puede generar problemas”, aseguró a DF.
Sin embargo, los ecuatorianos podrían intentar sacar sus ahorros del país por temor a recibir pagos en la moneda virtual, aseguró a Bloomberg el economista de Stone Harbor Investment Partners, Steffen Reichold. Esto, a su vez, podría generar la imposición de restricciones al retiro de fondos, para evitar la fuga de dólares.
Crear una moneda “no es fácil incluso cuando se trata de un país con un registro perfecto de manejo económico exitoso, y no creo que Ecuador esté en esa categoría”, complementó Reichold.
PRODUCCIÓN DE PETROLERAS PRIVADAS CAYÓ 49% A 2013
La mayor fuente de ingresos de Ecuador es la exportación de petróleo (que representa un 40% del PIB), pero la producción recién el año pasado pudo alcanzar los niveles de 2007. En 2010, el gobierno lanzó una renegociación unilateral de los contratos petroleros con las empresas privadas. La mayoría de las compañías aceptó las nuevas condiciones, con la excepción de Petrobras, la coreana Canada Grande, la estadounidense EDC y la china CNPC. Estos nuevos contratos permitieron que el Estado aumentara sus ingresos (en US$ 2.795 millones adicionales al cierre de 2012) y obligaron a los participantes que se quedaron en la industria a invertir US$ 1.207 millones entre 2011 y 2014. Entre 1997 y 2013, las empresas públicas aumentaron su producción en 54%, a 144,9 millones de barriles el año pasado. Sin embargo, las compañías privadas bajaron su producción en 49%, a 47,2 millones de barriles, y su compromiso de inversión es menos de la mitad de lo que invirtió la única operadora estatal actual, Petroamazonas, en un año.